Un Poco Pérdida???

NO ESTABA MUERTA, ESTABA DE PARRANDA

Dice una canción de la época del cataplum…es decir de hace muchooooo tiempo 😊

¿¿¿¿Y bueno les quiero contar en que he andado que tengo tiempo sin pasar por aquí???? Les cuento…

Como les había venido compartiendo mes a mes, comencé el año llena de muchas metas…a lo mejor muchas más de las que en realidad podía lograr…pero eso es otro tema.

Una de esas importantes metas que me propuse fue en el área de mi salud y consistía en retomar alguna forma de ejercicio y mejorar mi condición física.

En mi mente estaban las alternativas de retomar mi amada práctica de yoga e incorporar algún tipo de cardio por lo menos tres veces a la semana.

El cardio que por defecto tenía en mente era la bicicleta por supuesto. Como les conté en mi post Y será que la mamis corporativas pueden tener hobbies???  fue una actividad que me fascinó y me ayudó a lidiar con el estrés y a parte la compartía con mi esposo.

Retomar algún tipo de ejercicio, se convirtió en una meta importante porque después del nacimiento de Martina, se mantuve en una lucha titánica y con el escudo de las excusas típicas para retomarlo…

  1. No me alcanza el tiempo.
  2. Con una bebé pequeña, trabajando, siempre cansada y tratando de no morir en el intento…qué más hago???
  3. No puedo ir después del trabajo porque es el tiempo de Martina,

Y cualquier otra excusa que me permitiera justificarme, pero solo conmigo.

Pequeño “reality check” que me tocó hacer para avanzar…pues cuento con exactamente las mismas horas al día que la Reina Beyoncé.

Así vamos matando excusas.

La que sigue…Siempre estoy cansada!! Como les he venido contando, este año, uno de mis aprendizajes ha sido el de cuidarme, el de tomarme mi tiempo. Para qué?,

Bueno precisamente para poder atender al resto, a mi familia.  Aquí cabe mencionar el tan popular símil de colocarse las máscaras de oxígeno primero uno antes de poder ayudar al resto. Porque si ayudamos primero probablemente no podamos ni ayudarlo ni ayudarnos.

Y finalmente el momento en el que decidí dejar de comprarme excusas y de ponerme límites fueron en nuestras últimas vacaciones justo con mi último post publicado.

Qué pasó en esas vacaciones???

Pues me cayó el veinte, como dirían por allí, de que estaba próxima a cumplir mis 40 años. De hecho estaba a escasas 12 semanas de cambiar de década. Cambiar de década como que asusta un poco…bueno por lo menos a mí!!

Mi cumpleaños número 40 empezó a tener una relevancia que ningún cumpleaños, que yo recuerde, había tenido para mí. Y la razón es que no quería llegar a mis 40 años de la manera como me sentía en esas vacaciones conmigo misma y por supuesto la presencia ahora de Martina.

Me sentía en la peor forma de mi vida, aunque me siento en la mejor etapa de mi vida. Un poco incongruente pero bueno…nada es perfecto

Justo en estos días escuchando a Rachel Hollis, en su podcast, comentaba sobre su reto de los últimos 90 días del año y decía que en 21 días se crea un hábito, pero en 90 días se crea un estilo de vida.

Pues, cuando me cayó el 20 a mí me quedaban ya menos de 90 días antes de mi cumpleaños.

Todavía estaba peleando por terminar de perder esos kilos demás del embarazo por un lado. Por el otro, me había descuidado mucho en la alimentación, lo que obviamente hacía más complicado perder los kilitos odiados del post parto. Sumando todo esto, al final no me sentía 100% saludable y llena de energía para crecer con Martina.

Con eso en mente, finalmente saqué la voluntad, que era lo que me faltaba, para decidir hacer el cambio y decreté que iba a cumplir mis 40 en la mejor forma de mi vida.

Al momento de escribir esto ya tengo 40 😊

Así que la pregunta, ¿y será que si los cumplió en la mejor forma de su vida????

No les voy a hacer spoiler  así que sigamos leyendo.

Al regresar de mis vacaciones con la motivación por el cielo, empecé a dar los pasos, pequeños pasos hacía mejorar mi estado físico y lo primero que hice fue que me uní a un grupo de running al que una gran amiga me invitó.

¿Y cómo me ha ido?, pues se los resumo en que cinco meses después, me estoy preparando para correr mi primera media maratón!!!

Para poder correr y hacer todo lo que quiero hacer, continuar mi carrera profesional, llegar a jugar con Martina, seguir trabajando en mi desarrollo personal, ser esposa…pues tenía que diseñar una fórmula mágica…jejeje…un horario que me permitiera combinar con todo.

Mis tardes al salir del trabajo, la regla, es que son sagradas para llegar a la casa y estar con Martina un par de horas antes de su hora de dormir, así que en la tarde no es.

Pues siiiiiiiiiiiiii, el horario es el tan temido 5 a.m. A las 4:30 a.m. me estoy levantando.

Todavía no es una rutina tipo reloj suizo, me falta trabajo. Voy mínimo tres veces a la semana, algunas voy hasta cuatro pero la meta es ir todos los días.

No les puedo contar los cambios positivos que he experimentado en todo sentido. El tema de las endorfinas es mil por ciento así. Desde cambios en mi condición física hasta en mis niveles de estrés y de energía!

Como lidio en este momento con las situaciones que se presentan con Martina es totalmente distinta a como lo hacía unos meses atrás que me ganaba la frustración y terminábamos en un caos colectivo en la casa y ninguno con su mascarita de oxígeno.

Eso ha sido incorporar el running en mi vida, mi mascarita de oxígeno!

Ahora, no es que ahhh qué fácil, empezó a correr y todo maravilloso.

Con tratar de implementar la nueva rutina vienen nuevos retos!!! Una de las cosas que he aprendido, es que ahorita no solo estoy entrenando mi cuerpo, sino que también estoy entrenando mi fuerza de voluntad. Y hasta diría que mayormente entreno mi fuerza de voluntad.

Pararme a las 4 30 am requiere de voluntad, por eso el beneficio para mí de contar con un grupo con el que me comprometo y así salgo de la cama!!! La pelea para levantarme de la cama es impresionante…aunque ya con cinco meses bajo la manga recurro a la sensación de lo bien que me siento cuando llego de regreso a la casa como medida persuasiva para levantarme.

Y por qué correr a las 5 am? Con la llegada de Martina es el único momento que dispongo para poder dedicarme exclusivamente a mí sin interrumpir la dinámica familiar ni sacrificar tiempo con ella.

Laura Vanderkam, escritora que se ha dedicado a estudiar qué hace la gente con su tiempo, en su libro “Qué hace la gente exitosa antes del desayuno” comenta en el medio de la locura de las mañanas que:

“Estas son tus actividades de mayor importancia: promover tu carrera, apoyar a tu familia más allá del cuidado personal básico, y hacer algo por ti mismo. En esta última categoría incluyo actividades como hacer ejercicio, practicar un pasatiempo, meditar, orar y cosas similares.”

Continúa comentando que las mañanas no tienen porque ser tiempos de locuras sino:

“En realidad pueden ser tiempo productivo, incluso gozoso; tiempo para los hábitos que nos ayudan a ser mejores personas… Antes de que el resto esté desayunando, la gente más exitosa ya se anotó victorias cotidianas que le ayudan a acercarse a la vida que quiere tener”

Yo me leí este libro hace ya varios años atrás y lo estoy rescatando justamente porque mi experiencia desde que comencé a hacer ejercicio a las 5 am es la que su investigación le ha llevado a comprobar en la gente más exitosa.

Los días que me levanto y voy a correr, ese par de horas en la mañana me permiten dedicarme tiempo 100% a mí!

De hecho más adelante, les cuento sobre otros hábitos que he adoptado de la mano de ir a correr temprano.

Los días que, porque me acosté muy tarde, me quedé dormida, estoy muy cansada…etc, etc, etc, siiiii todavía soy trabajo en proceso con la disciplina de hacerlo todos los días.

Esos días, vuelvo a la locura de las mañanas en las que me levanto con muy poco tiempo para hacer nada y hasta Martina decide levantarse para hacer la cosa más interesante y termino saliendo de la casa apuradaaaaa…no he llegado a la oficina y ya estoy agotada.

Qué si ha sido fácil???

Noooooooooooooo para nada ha sido fácil. Se me han presentado hasta retos físicos porque ya estuve lesionada.

Sin embargo, ese tiempo me enseñó a que a veces nos tenemos que detener pero no significa que dejamos de avanzar, vamos a corregir el camino. Como me pasó en los días en que estuve lesionada, tuve tiempo de que me corrigieran la técnica lo que me ha permitido ir teniendo más condiciones.

Sébastien Sasseville nos cuenta en su libro “Un paso a la vez” (Del inglés “One step at a time”), que una de sus hazañas más importantes, como ha sido escalar el Everest, no se consigue de una sola vez.

Es decir, tienes que invertir tiempo en aclimatarte a las condiciones para poder ascender.

“The greater the discomfort,the greater the transformation”

Esto fue lo que me pasó en el tiempo que estuve lesionada, aprendí la técnica. Es decir situaciones que pueden parecer que nos van a matarrrr simplemente son oportunidades para salir de nuestra zona de comfort y transformarnos.

Pues así, gracias a mi nueva rutina de ejercicio y algunos cambios en mi alimentación, me llevaron a cumplir mis 40 años en la mejor forma de mi vida y no solo física sino mental y más #felizmenteimperfecta que nunca.

El siguiente reto…correr media maratón en un par de semanas. Bueno más que correrla continuar con mi preparación para correrla, ese es el verdadero reto. Porque eso si tengo yo…me pongo ambiciosa y ya sé que no tengo límites así que #voyquequemo.

Ya les iré contando como me va con este siguiente reto y con el resto de las cosas de esta #MamiCorporativa

Mis recomendaciones mamis para ustedes:

  1. Tómense su tiempo en el día para cultivarse. Identifiquen la hora que más les conviene y no tengan miedo de que sea una hora toda loca…
  2. Elijan la actividad a la que se van a dedicar y la que será su mascarilla de oxígeno. Preferiblemente algún ejercicio físico.
  3. Búsquense un grupo o una amiga que las apoye. Que comparta con ustedes la actividad o que se comprometa a ser su persona soporte, que las llame si hay que despertarlas, por ejemplo.

Así que esto es en lo que he andado últimamente y por lo que estaba desaparecida de por aquí!! Adaptándome a una nueva rutina de sueño y de descanso!!!

Falta mucho trabajo por hacer, como consolidar la rutina e incorporar otros hábitos pero este año finalmente di el primer paso.

Qué han hecho por ustedes este año? Se ponen la máscara de oxígeno primero? O sienten que les falta el aire mientras se la ponen a los demás?

Cuéntenme!!!

Comparte con aquella amiga que sus mañanas son una locura

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#MAMÁPRESENTE

Y CONTINUAR CON TU CARRERA, TUS METAS Y/O SUEÑOS, ¿SE PUEDE?

Como mujer yo quiero ser y hacer mil cosas al mismo tiempo, ser madre, ser esposa, ser profesional, ser fitness, ser y ser y ser…y puedo escribir todo el post de todo lo que quiero ser 😊 pero me voy a concentrar en las etapas más importantes en este momento para mí.

SER YO

SER MAMÁ

SER ESPOSA

SER PROFESIONAL

Y será que puedo hacer todo al mismo tiempo??? O tengo que dejar de ser una cosa para poder hacer la otra.

Yo les voy a contar mi experiencia en mi primer año como mamá de Martina!! Por allí hay opiniones de otras mujeres con vidas públicas que luego iremos comentando también. Pero empecemos por mí😬.

El mes de diciembre de 2017 la vida en nuestra casa cambió 😊! Llegó Martina👶🏻!

Cómo mamá primeriza y que trabaja fuera de casa, me dediqué los tres primeros meses de su vida enteramente a ella! Sufrí con la lactancia, con las noches sin casi dormir y no entender su horario y tratar de establecerle su rutina.  Más de una madrugada lloré de desespero con ella porque no sabía que le pasaba o hacerla callar, pero más que nada porque yo estaba completamente agotada.

Aunque tenía presente las palabras de mi médico de que la principal causa de la depresión post parto era la falta de sueño y el cansancio…creo que era más fuerte que yo el querer estar al mil por ciento para Martina.

Sin embargo, poco a poco me tocó dejarme ayudar.

Si le preguntan a mi mamá dice que no la dejaba hacer nada!!!

Pero si recuerdo que después de los primeros 15 días, yo descansaba un par de horas en la mañana y se la dejaba a mi mamá y a mi abuela para que la cuidaran. Reconozco que en esos días solo me dejaba ayudar por mi mamá y mi esposo y eso que tenía una chica para ayudarme…pero a ella no la dejaba ni que la tocara…no sé si son cosas locas de madre primeriza…mi esposo me decía que la tenía becada y la verdad no me importaba!

Pasaron los tres meses de haber estado entregada completamente a ella y en los que tuve que aprender a delegar su cuidado porque ya me tocaba comenzar a trabajar.

Confieso que el sacrificio, porque fue un sacrificio, de dejarme ayudar en su cuidado por una persona extraña, lo hice más que todo por ella, para que cuando ya no pudiese estar todo el día, le hiciera la menor falta posible, aunque yo casi lloraba pensando que no estaba con ella.

Hasta hace poco todos los lunes decía que tenía depresión post parto!!! Los lunes son día de ajustes para volver a la semana luego del fin de semana juntas todo el tiempo.

Gracias a Dios estaba clara de que era normal, sino me hubiese declarado en depresión crónica. Es mucho más normal de lo que yo pensaba, lo que pasa es que es un tema del que no te hablan!!! Así como te sientes cuando tienes problemas con la lactancia. En otro post les cuento!

En esos tres meses, solo fui la MAMÁ de Martina!!

Ups pero la realidad, no fue que tocó la puerta, sino que se me tiró encima como el elefante del circo!!
☹☹☹

Sin embargo, debo confesar que por un lado quería regresar al trabajo!! Aunque por el otro lado me sentía mal porque implicaba dejar a Martina gran parte del día!!

Pero bueno…aprendí a tomarme un día a la vez y mientras iban pasando los días, aunque parezca mentira, me sentía menos mal…no bien pero si menos mal!!!

Cómo estaba entretenida en la oficina poniéndome al día con todos los pendientes de tres meses, el tiempo se me pasaba más rápido y la hora de llegar a la casa se convirtió en la hora más feliz del día.

Martina ha ido creciendo y así también ha ido creciendo mi experiencia como mamá y como profesional, pues ya llevamos 16 meses en esta vida de mamá o en esta montaña rusa de la maternidad y continuar siendo yo. 😜

En este tiempo, que parece una eternidad pero de verdad es solo poco más de un año, he aprendido a ser mamá y no cualquier mamá…sino la Mamá de Martina!!!.

Creo que todas las madres somos diferentes!! Todas somos las mejores mamás que nuestros hijos pueden tener!! 😊

Irónicamente este primer año de la vida de Martina, he tenido como una especie de impulso que creo que nunca lo había sentido. Como ya he comentado anteriormente en mi post Año Nuevo, Vida Vieja?? el año pasado estuve explorando nuevos proyectos, como Mi Mami Corporativa por ejemplo o nuevos hobbies también como la fotografía.

Mi explicación de este nuevo impulso que todavía tengo 💃🏻💃🏻💃🏻 es que yo quiero que Martina crezca siendo una niña que desde muy chiquita sepa que ella es capaz de hacer todo lo que puede hacer en su vida!! Y cuando digo todo es TODO!

Para eso pues tiene que tener una modelo de mamá #felizmenteimperfecta que sea su ejemplo. Y al final me encuentro con que yo quiero ser la mejor versión de mí para mí y para ella 😊 y les confieso que esa me da toda la pila para continuar con mi lista de proyectos interminables.

Claro, claro, el tema no es soplar y hacer botellas (Típico que me decía mi papá✝), es decir fácil!!!

En este año también he aprendido a:

Quererme

Valorarme

Aceptarme

Perdonarme

Entenderme

Que soy perfecta como soy🤗🤗🤗

Que soy #felizmenteimperfecta y que eso es perfecto!

Qué mis límites solo me los impongo yo y que soy la única que los puede derribar también!

Cómo verán ha sido un año intenso…🤣🤣🤣 y de mucho aprendizaje.

También he aprendido a cuidarme! A darme mi tiempo 🛀🏻! A aceptar ayuda y sobre todo a pedirla!!

Sé que todavía tengo un camino largo por delante, me falta disciplina y constancias en algunos temas, cómo ser una persona mañanera y retomar mis ejercicios. El yoga sobre todo!!! ya les he contado todoooos los beneficios que he encontrado en la práctica de yoga. Y cardio…a ver si me digno a perder el par de kilos que me sobran del embarazo

Me falta muchoooo por aprender y por equivocarme en este camino, pero al ver la sonrisota de Martina y escuchar sus carcajadas cuando jugamos, cuando viene caminando con alguno de sus libros para que lo leamos o cuando hace algún ruido para llamar mi atención, me confirman que algo estoy haciendo bien junto con mi esposo.

En mi experiencia, en mi primer año de maternidad, si podemos ser mamás presentes, porque no dejo de ser la mamá de Martina cuando estoy en la oficina, y continuar con mi carrera y mis objetivos personales, pero aceptando que todo tiene su tiempo y teniendo mis prioridades claras!! El estar presente en la crianza de Martina no está peleado con continuar creciendo, formándome, mi carrera, mis metas!

Mi secreto hasta ahora, y que lo he ido descubriendo día a día, ha sido el estar abierta a todo el aprendizaje que ha llegado con Martina, dejar de lado la perfección y la inmediatez de querer todo yaaaaaaaaaa y tomarme mi tiempo para cuidarme #mamafelizbebefeliz.

Qué dicen las mamás que tenemos por aquí que les ha tocado volver al trabajo?

Cómo lo manejaron? O alguna que esté próxima a volver?

Comenta y comparte!

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¿Qué cuentan otras mamás?

Otras mamás, no necesariamente en el mundo corporativo se han animado a compartir su historia también. Así que estrenamos nueva sección en el blog “¿Qué cuentan otras mamás?”

Comenzamos con Rosa! Una emprendedora que se animó a contarnos su historia de maternidad, emprendimiento y más recientemente de inmigrante!

Aprovecho y las invito para que toda aquella mamá y papá que nos quiera contar cómo viven la maternidad, cómo combinan todas sus facetas o si sencillamente no saben por dónde comenzar, nos escriban a mimamicorporativa@gmail.com y coordinamos!! 😊

Aquí les dejo a Rosa!

Día, 29 de octubre de 2018.

Hace unas 3 semanas que comenzó esta aventura.

Mi nombre es Rosa, y por primera vez en la vida comienzo a dejar registro de mi historia a modo de catarsis, porque creo que al igual que yo, hay muchísimas mujeres que han estado (o están actualmente en mi situación).

Este nuevo capítulo de mi vida que desde hoy comienzo a narrarles, empieza en Segovia, una hermosa ciudad que se encuentra a una hora de Madrid, España y hoy, finalmente, después de hacer una diligencia en el correo postal, encontré un momento para sentarme y dejar plasmado.

Vengo de Caracas, Venezuela. Ciudad donde nací, crecí, me casé y tuve a mi primer bebé. Caracas era la ciudad perfecta de dónde nunca quería salir. Sabía que mi vida estaba perfectamente planificada y hasta que tuve a mi primer bebé todo iba de acuerdo al plan.

Este primer relato que acá les narro (mientras se me congelan las manos porque me quité los guantes para poder escribir) cómo el dicho que reza: “Uno hace planes y Dios se ríe de ellos” es lo más cierto y real que les puedo dejar. Pero vamos por parte.

Les iba contando cómo mi vida planificada iba de acuerdo al plan. Mi esposo médico y yo educadora. Dos estudiosos de la persona humana que buscábamos el bien de ella en diferentes dimensiones. Mi esposo con un futuro interesante en un país con muchas oportunidades (cabe destacar que crecí prácticamente con el régimen dictatorial de Hugo Chavez y su séquito. Tenía 12 años cuando fue electo y ahora tengo 32) y yo con mi nuevo y recién estrenado cargo como coordinadora de español en el preescolar en el que trabajaba ya desde hace 5 años.

El 19 de diciembre del 2015, nace nuestro primer bebé y con él la vida nos dió un sacudón a ambos que todavía estamos intentando surfear. Yo le decía a mi esposo (y perdonen la sinceridad) que hasta la manera de ir al baño me había cambiado. Es increíble como por más que te lo adviertan y te prepares para ello la realidad siempre se queda corta.

Cuando una es madre, es cuando realmente formamos carácter. Ya no hay agotamiento, trabajo o enfermedad que valga. Acá todo gira entorno a ellos y no hay ni 8 horas de sueño corridas, ni fin de semana relajado en cama.

Lo que la vida nos pone en frente no es un computador que ponemos en reposo y podemos retomar después del café.

Lo que nos pone en frente es una pequeña almita que dependerá de nosotros por mucho tiempo, pero de este tema, hay mucha tela que cortar, así que lo retomamos en otro momento.

Ahora bien, poco a poco fueron pasando los meses y mi plan perfecto de que “mi bebé empezará a ir a la guardería donde yo trabajo cuando mi postparto acabe” se fue desvaneciendo. Me tocaba volver a mi puesto cuando él tenía 8 meses de nacido (porque quedaron de por medio las vacaciones) y yo con el corazón roto me di cuenta de que no estaba lista.

No estaba lista para dejar ese espacio de intimidad que ambos habíamos tenido los últimos 6 meses, no estaba lista para exponerlo a un ambiente escolar siendo aún tan vulnerable y pequeño, no estaba lista para volver a la rutina.

Era tiempo de un cambio y mi pequeño bebé fue el mejor detonante de esa necesidad de no seguir haciendo lo que sabía hacer para comenzar hacer lo que me encantaba de verdad. Fue en ese momento (6 meses después de mi primogénito) donde nació mi segundo bebé: Verdementa Paper Design, un proyecto que giraría en torno a la papelería, el diseño gráfico y el color, pero que aún no tenía muy claro ni qué abarcaría, ni cómo lo haría.

Solo sabía que pasé toda una vida dedicada a la Educación y ahora me adentraría en un mundo totalmente diferente, pero que genuinamente me encantaba. Era el momento de explorar nuevas alternativas y comenzar nuevos retos y de alguna manera, mi postparto y mi nuevo emprendimiento deberían aprender a convivir juntos, y aunque no estaba muy clara de cómo lo haría estaba dispuesta (por primera vez) a darlo todo he intentarlo.

Al final, ¿qué podía perder?, estaba renunciado a mi trabajo para dedicarme a mi bebé y en teoría no habría ningún problema en incluir una nueva variante en mi vida: UN EMPRENDIMIENTO; el único detalle era, que debía comenzar por el principio y eso implicaba: aprender desde cero un nuevo oficio. 

Rosa Trimboli

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